Se llamaba miedo
Era una noche cerrada del mes de octubre
cuando una joven se iba a refugiar en la estación,
de la lluvia torrencial que estaba cayendo en ese momento.
Pero lo que no sabía era que se había metido en el andén fantasma
y un ser de guante blanco le estaba vigilando desde la luz encantada
que se dejaba ver por el túnel del andén.