Uno que otro Deja Vú
Abrió su botella de Jack Daniel’s, Frank Sinatra
y luego de beberse un largo trago dijo:
“This is a gentleman’s drink”
así que yo muy alegre me serví un trago inmenso
uno muy gigante que rebosaba del vaso
Abrió su botella de Jack Daniel’s, Frank Sinatra
y luego de beberse un largo trago dijo:
“This is a gentleman’s drink”
así que yo muy alegre me serví un trago inmenso
uno muy gigante que rebosaba del vaso
Sobre la mesa tuya
he visto iluminarse tus ojos,
como luces de almendro.
Tus ojos amarillos, tus ojos de niebla.
Tu corazón de cachiporra,
brincando por las paredes todas,
desangrándose en versos,
que guardan luto bajo tu sombra.
Recuerdo que era un 11 de marzo de 2020, la lectura me invadía, la pandemia estaba encima y el tiempo pasaba sin darme cuenta. Eran tiempos en los que todavía no sabíamos la magnitud de los daños que podía causar ese virus.
En ese momento abrí mi bloc de notas y empecé a escribir, a escribir poesía
Camilo nació en un pueblo del tercer mundo. Ese pueblo quedaba en Taumata, una provincia al sur del Rio Hinca. Era señalada como una provincia rica y libre por algunos ciudadanos —mejor dicho— por casi todos los habitantes de Taumata.
Leer másRecuerdo las Vacaciones en paz, en Asturies (España) en las que descubrí la solidaridad del pueblo colonizador primero. Luego las torturas del ejército marroquí en El Aaiún. Hasta que huimos a los campamentos de refugiados. Allí venían caravanas solidarias de camiones que nos mantenían con esperanza.
Leer másA medida que avanzan los años tengo más miedo a la muerte de mis seres queridos. La mía me excita y hace que se me erice el vello de todo el cuerpo. No me preocupa lo más mínimo que me encuentren rodeado de cieno en el sofá.
Leer másMi cuerpo tecla de piano
marfil gordo
con el tiempo se pinta amarillo
mi cuerpo columna de mármol
veteada y blanca y rosa
Estoy escuchando “Glory Days” de Bruce Springsteen
quien acaba de vender su catálogo musical a Sony
por quinientos millones de dólares. Hay cantidades
que impresionan más escritas que en número. Yo
¿Dónde se ha metido el trovador? ¿Y su laúd?
¿Y cada muerto por las hazañas de la patria?
Sentada en el lecho, aguardaba la llegada de mi captor como una presa ya herida se resigna a su final. Cada noche, puntual, mi rey llegaba y tomaba posesión de su trofeo. Al principio, un cuerpo noche a noche más ajeno reaccionaba con lágrimas.
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