Estoy escuchando…
Estoy escuchando…
Días
Estoy escuchando “Glory Days” de Bruce Springsteen
quien acaba de vender su catálogo musical a Sony
por quinientos millones de dólares. Hay cantidades
que impresionan más escritas que en número. Yo
soy solo uno. Impresionante, ¿no? El tema de la canción
es que los días de gloria ya pasaron; queda solo recordarlos.
Por ejemplo, recuerdo haber heredado el disco
donde sale “Glory Days” de uno de mis hermanos.
Recuerdo querer tener una cintura como la que tenía
Bruce en la carátula. Recuerdo haber aprendido la palabra
‘carátula’ de boca de una muchacha un poco mayor que yo
que ya fumaba. Recuerdo que antes vendían cigarrillos de dulce.
Recuerdo pedirlos en la caja con un guille ‘cabrón’.
Hombres en la tele
Estoy escuchando “Born to be my baby” de Bon Jovi.
Recuerdo cantarla a todo pulmón con diez años cumplidos
encerrado en mi cuarto en la casa de mis padres. Recuerdo
“los hombres con pelo largo” y “los hombres con pantalla.”
Recuerdo que solo los hombres en la tele—peloteros y estrellas
de rock & roll—usaban pantalla. Recuerdo lo mucho que importaba
en qué oreja la llevaban. Recuerdo no llevarme con mi papá
a causa de los peloteros que me gustaban. Recuerdo hacerme
un circulito con marcador negro en cada cuajo.
Interior (sin sobresalto)
Estoy escuchando “Chairman’s intent” de Action Bronson.
La canción tiene una parte que dice “tú ni siquiera
me conoces,” en inglés. El verso, es posible, está dirigido
a aquellos que no saben que Bronson también
es conductor de un programa de comida en la tele.
Uno nunca es solo una cosa, no importa
que opaque todas las demás cosas que podrías ser.
Otra cosa es que yo ni siquiera me conozco
lo suficiente como para poder con confianza decir
si me gusta la obra de Bronson o si lo que me atrae
de su música es que cuando la escucho muy alto
no escucho nada más alrededor ni adentro mío.