La ironía literaria como escudo ante la propaganda franquista: comparativa entre el lenguaje de “Tiempo de Silencio” y el del NO-DO

por May 15, 2020

La ironía literaria como escudo ante la propaganda franquista: comparativa entre el lenguaje de “Tiempo de Silencio” y el del NO-DO

por

Resulta sencillo dejarse seducir. Ella está en todas partes, un canto de sirena que te dice cómo actuar o qué pensar… Ciertamente resulta difícil diferenciar la propaganda de la publicidad, ya que ambas nacen con el mismo espíritu persuasivo, pero los expertos se empeñan en señalar en que la primera difunde una ideología política, mientras que la segunda posee intereses económicos y comerciales (1).

A pesar de que diversos trabajos científicos intentan retrotraerse a un tiempo socrático (2), la propaganda destinada a una masa social es un invento del siglo XX (3). En 1927 el norteamericano Harold D. Lasswell avisó sobre las consecuencias y riesgos durante la Gran Guerra en su libro Propaganda tecnique in the World War en el que explicó con sencillez que las guerras, a partir de entonces, se ganarían a través de armas no coercitivas, armas capaces de convencer a la opinión pública, armas que tuvieron que desplegarse de nuevo en 1940 con la serie de documentales Why we fight (4) para convencer a la opinión pública estadounidense de la necesidad de participar en la II Guerra Mundial (5); una sociedad muy reticente a involucrarse en asuntos extranjeros por su tradicional aislacionismo (6). Por su parte, Alemania hizo lo mismo con Leni Riefenstahl y El triunfo de la voluntad ensalzando y vendiendo las bondades del nazismo y la raza aria (7).

En España los ejemplos del cine propagandístico durante la guerra civil española se documentan en los dos bandos; sin embargo, acabada la guerra, no murió la propaganda. El NO-DO (Noticiarios y Documentales cinematográficos) se proyectó con “carácter obligatorio” en todos los locales destinados a ello desde los primeros días de enero de 1943 (8) hasta 1976 y de forma voluntaria hasta 1981 (9). ¿Pero por qué se habla de propaganda cuando su nombre sugiere información?

Los once principios de Goebbels parecían no aplicarse al NO-DO cuando el enemigo del régimen franquista había sido vencido y exiliado (en el mejor de los casos). Sin embargo, el contexto informativo durante aquellos 36 años se puede definir en función de un hecho que va más allá de lo puramente anecdótico: Franco poseía el primer carné de prensa (10). El propio “carácter obligatorio” del NO-DO o que en el BOE apareciese publicada la orden bajo el título de “Falange Española y Tradicionalista y de las J.O.N.S. / Vicesecretaria de Educación Popular” son elementos que permiten dilucidar la contaminación ideológica del aparato estatal en beneficio del partido único. Aunque el dato más contundente lo otorga la ley de prensa de Serrano Suñer del 24 de abril de 1938 (11):

Correspondiendo a la Prensa funciones tan esenciales como las de transmitir al Estado las voces de la Nación y comunicar a ésta las órdenes y directrices del Estado y de su Gobierno; siendo la Prensa órgano decisivo en la formación de la cultura popular y, sobre todo, en la creación de la conciencia colectiva, no podía admitirse que el periodismo continuara viviendo al margen del Estado.

Así pues, bajo este paraguas nació el NO-DO que se caracterizó por proporcionar una información parcial, deliberada, selectiva y condicionante (12) a través de un medio distinguido por su capacidad para influir en grandes masas sin ninguna preparación intelectual previa (13).

Mientras, en otros ámbitos de la cultura, concretamente en el contexto literario se adquirió entre 1950 y 1962 las formas propias del lenguaje cinematográfico para otorgar al lector una ficción objetiva en la que no interviniese el narrador y, así, ofrecerle unos hechos objetivos. Las características del llamado realismo social permitieron salvar la censura al desarrollar un inconformismo, sin llegar a ser politizado, de temas sociales y religiosos que confrontaba con los discursos de la realidad positiva de la nación (14), es decir, fueron los primeros conatos libertadores de una literatura asfixiada ante el cadáver marchito de los medios de información.

Sin embargo, la intención testimonial y crítica no fue suficiente para conectar con un público, que no conseguía alcanzar las pretensiones literarias del realismo social (15), pero sí comprendió el cine (16), y los escritores derivaron en una prosa más cuidada y experimental, aunque sin abandonar la crítica social que los precedió:

El lenguaje que había servido hasta entonces para ocultar y mentir debe ser destruido y purificado por el creador literario que ha de ser no solo un verdadero cultor de la lengua sino un renovador de su instrumento de expresión. El lenguaje se vuelve contra sí mismo para desenmascarar sus convencionalismos y romper los viejos criterios falsos y formalistas (17).

¿Pero qué lenguaje era ese? El lenguaje de la propaganda franquista, que había inundado todas las esferas del saber, la cultura y la sociedad… de la vida en general y a través del NO-DO en particular.

Deliberadamente, se ha buscado en la Filmoteca Española de RTVE los noticiarios con la temática medicina durante la etapa de 1962, año de publicación de Tiempo de silencio de Luis Martín-Santos. El objetivo ha sido establecer una comparativa entre el lenguaje de la novela y el del documento audiovisual. A pesar de que ambos formatos son marcadamente distintos, se espera determinar con ejemplos concretos cómo la ironía que enraíza el mencionado texto literario deconstruye la propaganda franquista.

Los Noticiarios y Documentales cinematográficos de la fecha señalada carecen de una temática de ciencia médica, por lo que se abrió el espectro de búsqueda a la década de los sesenta donde se pudo encontrar dos documentos que ensalzaban la figura de Severo Ochoa por ser premio Nobel de medicina, pero sin hacer mención concreta a su trabajo (18):

La villa de Luarca, que es también espléndido lugar veraniego, rinde homenaje de admiración a su paisano el doctor Don Severo Ochoa, premio nobel de medicina. Recorre este las calles en compañía de las autoridades provinciales y locales, y representaciones de la universidad, colegio médico y otros organismos.

En honor del doctor Ochoa se celebra una fiesta al aire libre, en la que actúan varios grupos folclóricos de la provincia que efectúan tradicionales danzas asturianas.

Con sus acompañantes, el doctor Ochoa se traslada al teatro Goya, donde hablaron en su elogio el alcalde y el presidente de la diputación, quienes pusieron en relieve el carácter científico del festejado y sus aportaciones a la más moderna investigación. También se hace entrega al doctor del título de hijo predilecto de Luarca y de la provincia. Dio el festejado las gracias recordando pasajes de su niñez y agradeciendo las distinciones que había recibido.

Este ejemplo permite observar la necesidad de eliminar cualquier elemento incomprensible del discurso informativo (argot científico) para un espectador sin formación, también permite glorificar la figura de un español para poder identificar el logro individual de la  mencionada personalidad con la colectividad nacional (los españoles ganamos premios internacionales de prestigio) y, finalmente, no se hace ningún tipo de aclaración sobre el estado de la investigación médica en España (la información queda reducida a una mera anécdota). Todo ello engalanado con imágenes de Luarca, la celebración y el momento de la entrega del título que se entrelazan bajo la armonía de una música triunfalista.

En contraposición, Tiempo de silencio presenta un protagonista, Pedro, que es investigador médico con pretensiones de reconocimiento internacional (más concretamente de ganar un nobel) que acabará en un exilio rural con su licencia de médico tras ser acusado en falso del asesinato de Florita, una joven que morirá por el aborto que le practica su padre, el muecas, también progenitor del bebé. Luis Martín-Santos introduce la jerga científica sin delicadeza alguna hacia las capacidades de comprensión del público:

Cuyas mitosis, -éstas normales- carenciales, en el momento de la emigración de las motoneuronas hacia el córtex, por falta de tales principios renquean y perecen, tal vez disminuyen su número, tal vez se disponen de modo poco ordenado o deficiente, tal vez siguen mancas de las necesarias ramificaciones (19).

El protagonista, lejos de ser un símbolo de orgullo nacional y de identificación, muestra una personalidad de dudosa moral para los parámetros sociales elevados del Madrid franquista en los que este se encuadra:

Hubo de confesarse que la comezón que sentía no era otra cosa sino la misma envidia: la bicha amarilla que los pintores medievales colocan en la teoría alegórica en que la lujuria es una mujer desnuda con una manzana en la mano y la soberbia una mujer vestida con una corona en la cabeza. Todo aquel mundo donde las palabras alcanzan una significación que él no posee (pero podría llegar a poseer) y donde los gestos alcanzan su belleza en una gama que para él permanece invisible (pero que podría llegar algún día a ver, curado de su daltonismo inconfesable constituye un reducto de seres de otras especie que hacia él se muestran benévolos y complacientes y que le ayudarían a ir subiendo los peldaños de una escalera muy larga pero no insalvable (20).

El pasaje citado se enmarca tras la muerte de Florita, donde el protagonista de la novela no solo muestra su envidia hacia Matías, su amigo, sino su ciega ambición que le lleva a confesar su intención de utilizar a las personas presentes en ese salón como un medio y no como un fin. Un planteamiento que sorprende por contradecir los postulados y preceptos de la moral católica imperante en esta etapa. Se recuerda en este punto que Pedro, hombre culto y con prestigio social, no admite la salvedad de estar condicionado por un entorno de podredumbre y supervivencia como otros personajes de bajo nivel social como los moradores de las chabolas.

Finalmente, la situación en cuestiones de investigación médica en España no deja de ser una mera suposición, pues la novela es literaria y no “no ficcional”, pero el retrato que el autor impone es el de un contexto de ambición limitado por unos recursos económicos escasos y determinado por un carácter picaresco nacional. El muecas robó un par de ratones del laboratorio en confabulación con Matías para que este revenda las crías a Pedro, que precisa de estos para culminar su investigación.

La realidad española representada en Tiempo de silencio es inexistente en el NO-DO, pero el lenguaje desplegado por Luis Martín-Santos se enmarca en la ironía al mostrar la crudeza de una España alejada de las imágenes idílicas de los noticiarios y documentales cinematográficos, pues recupera la adjetivación hiperbólica de estos. La propia descripción de Luarca como “espléndido lugar veraniego” contrasta con la descripción de las chabolas como “soberbios alcázares de la miseria” (21), donde la contraposición entre la imagen real frente al sustantivo alcázar no resignifica el término, sino que prolonga la connotación negativa del espacio descrito. En el NO-DO, “espléndido lugar veraniego” se refuerza con una connotación positiva al aparecer imágenes de Luarca en un día soleado, con zonas ajardinadas y calles limpias.

La contraposición de la cruda imagen descrita frente al uso del lenguaje propagandístico de la novela permite acercar la obra de Martín-Santos al concepto de parodia de Bajtín; sin embargo, la mencionada crudeza de la imagen real alcanza un nivel que impide la concepción satírica de lo narrado.

La conclusión principal es que Luis Martín-Santos destruye y purifica el lenguaje propagandístico del franquismo; pues lo vuelve contra sí mismo al utilizarlo como código descriptivo de situaciones eliminadas de las verdades del régimen.

Bibliografía

(1) Mendiz Noguero, A. (2008): Diferencias conceptuales entre publicidad y propaganda: una aproximación etimológica. Questiones publicitarias. Vol. I (Num. 12). págs. 43-61. Recuperado de: https://ddd.uab.cat/pub/quepub/quepub_a2007n12/quepub_a2007n12p43.pdf

(2) En un artículo de Nieto Manzano y Valdés Munguía titulado Qué se puede y qué no con la propaganda política: modificaciones normativas en la reforma político-electoral de 2014 a nivel federal y en el Estado de México se cita en la página 54 a García, que asegura que durante el juicio a Sócrates se realizó una campaña de desprestigio contra él a través de medios propagandísticos o publicitarios.

(3) Recuérdese el concepto de masa de Ortega y Gasset en La rebelión de las masas como consecuencia del desarrollo urbano, el auge del comercio y el desarrollo industrial.

(4) El proyecto Why we fight estuvo al cargo de la Oficina de Información de Guerra de Estados Unidos y se grabaron un total de 7 películas con distintos directores cinematográficos entre los que se encontraba Frank Capra.

(5) Paz, M. A. y Montero, J. (2008): El cine informativo 1895-1945. Creando la realidad. Barcelona, España: Ariel. Pág. 311.

(6) En 1823 Estados Unidos publicó la doctrina Monroe, que se oponía a la interferencia a asuntos ajenos al continente americano. Ver: Pereira, Juan Carlos (Coord.). (2009): Historia de las relaciones internacionales contemporáneas. Madrid, España: Ariel. Pág. 248.

(7) Paz, M. A. y Montero, J. (2008): El cine informativo 1895-1945. Creando la realidad. Barcelona, España: Ariel. Pág. 200.

(8) España, Boletín Oficial del Estado, 22 de Diciembre de 1942, pág. 10444. Recuperado de: https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE//1942/356/A10444-10444.pdf

(9) Rodríguez Cabrillo, C. (2016): El cine como instrumento de propaganda: el NO-DO (Trabajo final de grado). Universidad de Valladolid, España. Pág. 38. Recuperada de: http://uvadoc.uva.es/bitstream/handle/10324/17569/TFG_F_2016_5.pdf?sequence=1&isAllowed=y

(10) Cruz Lapeña, Silvia (02 de septiembre de 2018): Franco, el primer periodista de España. Vanity Fair. Recuperado de: https://www.revistavanityfair.es/sociedad/celebrities/articulos/franco-periodista-prensa-diario-arriba-censura/33231

(11) España, Boletín Oficial del Estado, 24 de Abril de 1938, Núm. 550, pág. 6938. Recuperado de: https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1938/550/A06938-06940.pdf

(12) Calduch, Rafael (1993): Dinámica de la Sociedad Internacional. Centro de Estudios Ramón Areces. Pág. 29-31. Recuperado de: https://www.ucm.es/data/cont/media/www/pag-55160/lib2cap3.pdf

(13) Paz, M. A. y Montero, J. (2008): El cine informativo 1895-1945. Creando la realidad. Barcelona, España: Ariel. Pág. 15.

(14) Larraz, F. y Suárez Toledano, C. (2017): Realismo social y censura en la novela española (1954-1962). Creneida, 7, pág. 73-75.

(15) Kalenic Ramsak, B. (Diciembre, 1998): Las técnicas narrativas de la novela española de la posguerra, con la atención especial a la novela de los años sesenta. Universidad de Ljubliana. Pág. 6. Recuperado de: https://www.researchgate.net/publication/298806582_Las_tecnicas_narrativas_de_la_novella_Espanola_de_la_posguerra_con_la_atencion_especial_a_la_novella_de_los_anos

(16) Recuérdese que la visualización de una película no requería ningún tipo de formación académica previa.

(17) Íbidem, pág. 8.

(18) NO-DO (14 de agosto de 1961): NOT N 971 A, Vídeo online. Disponible en: http://www.rtve.es/filmoteca/no-do/not-971/1470455/

(19) Martín-Santos, L. (1961): Tiempo de Silencio. Barcelona, España: Seix-Barral. Pág. 9.

(20) Íbidem, pág. 165 – 166.

(21) Íbidem, pág. 49.