Micros abiertos: un lugar de intercambio cultural
Micros abiertos: un lugar de intercambio cultural
Un micro abierto, open mic u open mike es el evento en el que un micrófono y un escenario se ponen al servicio del público, quien es libre de aceptarlo y exponer una creación –normalmente original– poética, narrativa, teatral… De esta manera se genera un espacio en el que transmitir la cultura de una manera lúdica, dinámica y al alcance de cualquiera.
A nivel histórico, estos eventos surgieron en los clubes de comedia o pequeños locales de Estados Unidos, sobre todo en sitios clandestinos –a veces en strip clubes–. Y aunque en un principio estaban ligados a los comedy shows, su temática rápidamente se extendió al resto de ámbitos artísticos, como el teatro, la poesía o los microrrelatos.
El objetivo de los micros abiertos es dar a artistas anónimos la oportunidad de mostrar sus creaciones en un espacio en el que, además, puedan apreciar la respuesta instantánea del público, quien disfruta de obras creativas enfocadas en una temática social y popular, generalmente de crítica –aunque no se restringe el tema–, compartiendo así el arte y la cultura sin necesidad de acogerse a cánones academicistas. Y con este propósito se celebró el pasado 29 de noviembre un micro abierto organizado por la asociación ACUDE de la facultad de filosofía y letras de la Universidad de Alcalá de Henares, pretendiendo crear un espacio en el que profesores, alumnos y todo aquel que lo deseara tuviera la ocasión de transmitir su arte. El micro abierto organizado por dicha asociación no podía ser menos y los dos artistas invitados participaron con obras plenamente concienciadas con el activismo, la política, y la lucha social de una manera transversal. La primera invitada que intervino fue Elena Lara, o Elena Jaxx; actriz y escritora, graduada en Estudios Ingleses en ese mismo centro. En este caso recitó un fragmento de su novela autopublicada El dragón de las Indias Occidentales. El segundo fue Julio León: cineasta, poeta, clasificado hace poco como cuarto finalista del IX Campeonato Nacional de Poetry Slam en España y que acaba de autopublicar su poemario El trivial trívial del mundanal mundo:
Hoy
no tengo un poema,
no tengo ni ilusión,
has convertido
en maldición
reencarnarse en golondrina de Bécquer
y anidar en el balcón
donde cuelgas tus vergüenzas.
¿Cómo osas representarme?
A mí, que considero esa patria
como un imperativo legal,
y tú lo ves
como un defecto.
No pienso arroparme
con ese trapo
desleal a la ética y la memoria.
No pienso más que en existir
y postergar mi muerte
año tras año,
aunque solo sea
con la vaga ilusión
de poder presenciar cómo esos, tus colores,
se pudren en el olvido.
[…]
Además de recitar sus trabajos, los dos invitados charlaron brevemente sobre su experiencia en el mundo de la poesía, la escritura y la acogida de estos en eventos como los slams, las jam session, eventos concretados siguiendo la filosofía de los micros abiertos. Se podría decir que un poetry slam es el evento que nace de un esfuerzo por recuperar o reforzar la parte recitada que es, a fin de cuentas, una de las bases de la poesía, por lo que se organizan encuentros en los que autores más o menos anónimos presentan sus creaciones a una audiencia que valora tanto el poema, en su forma y contenido, como la manera de presentarlo ante el público: el ritmo, la dicción, y la importancia del papel de la performance, que tan de moda está hoy en día.
Los concursos de este tipo nacieron en Estados Unidos, en el Chicago de los años 80, gracias al poeta Marc Smith. Con el tiempo se fue expandiendo, como se aprecia, por todo el mundo, y hoy en día el Poetry Slam, Inc, una conglomeración de diferentes asociaciones de poetry slam, es uno de los organismos más importantes en el sector, encargado de visibilizar en lo posible estos eventos y su filosofía mediante diversos torneos, como el Women of the World Poetry Slam celebrado por primera vez en 2008 con sede, por el momento, en Estados Unidos.
En España, hay actualmente 21 ciudades que albergan un slam poetry. De esas 21, cada una de ellas envía a su representante, el autor que haya ganado, al Slam Poetry Nacional, donde él se clasifica para poder competir con el resto de los campeones de los distintos países de Europa.
La filosofía de los slams es, al igual que en los micros abiertos, promover lo popular, concretando en la poesía, por lo que no es de extrañar que en un ambiente tan cercano la temática suela ser política y social, de concienciación y activismo, donde el acompañamiento busca ser dinámico y espontáneo, por lo que la música tiene un estatus fundamental. Se busca la libertad creadora del poeta, que se sienta cómodo y exprese todo lo que quiera de una manera interesante a los espectadores, quienes pueden interactuar con los participantes de una manera real, directa y espontánea.
Los ganadores de cada slam son elegidos por un público seleccionado al azar, de manera que no solo se juzgue el poema como composición elaborada, sino también la interpretación del propio autor y el tema que trata.
Otro de los eventos que se pueden concretar en un micro abierto es la jam sesión, encuentros en los que una serie de músicos se reúnen para tocar de manera improvisada. Una definición formal ya la dio el periodista George Frazier afirmando que una jam es una reunión informal de músicos de jazz que tocan para su propio disfrute sin escribir ni ensayar nada, es decir, totalmente improvisado. Aunque en origen las jams estaban intrínsecamente unidas al jazz –tanto como para considerarlos sinónimos en algunas ocasiones–, actualmente no se centra en ningún género concreto, aunque sí predominan el blues, el rock o el bluegrass. El término, proveniente de los años 30, está formado del verbo to jam, que al principio sí que tenían este carácter competitivo, sobre todo entre músicos que tocaban un mismo instrumento. Tanto era así que algunos críticos han acuñado el término “combate de gladiadores» para referirse a estos duelos entre intérpretes.
Se aprecian algunas diferencias entre un slam, una jam y un micro abierto. Además de estar enfocado uno a la poesía y otro a la música, el slam sigue siendo un concurso, mientras que el micro abierto y las jam no son necesariamente competitivas. De cualquier forma, la filosofía y la estructura del micro abierto se mantiene en todos ellos. Al final lo importante en estos eventos es que fluyan las nuevas voces y que sea, como dice el propio Julio León, “un espacio para transformar la cultura”.
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