Silvia Mistral y su diario de exilio

por Nov 8, 2022

Silvia Mistral y su diario de exilio

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Silvia Mistral es el seudónimo de Hortensia Blanch Pita, conocida como una de las más representativas escritoras exiliadas en México. El apellido lo eligió por su admiración a la obra de Frédéric Mistral, y el nombre de Silvia lo toma de la célebre oda de Leopardi A Silvia. Mistral nació en La Habana el 1 de diciembre de 1914 en una familia obrera. Su madre era gallega y su padre catalán. Entre 1920 y 1926, vivió con su familia en Villalba, donde pasó un tiempo feliz y tranquilo. Volvió a Cuba y más tarde, debido a la crisis economía y la dictadura en Cuba, la vida en La Habana fue cada vez más difícil. En 1931, tras la instauración de la república en España, la familia de Mistral decidió regresar a España y se instaló en Barcelona, lugar de nacimiento de su padre. Allí Mistral empezó y desarrolló su carrera literaria.

Mistral tuvo que incorporarse al trabajo desde una edad temprana para ganarse la vida. Al principio trabajaba en una fábrica de muñecas, más tarde, consiguió su primer trabajo oficial como obrera en una fábrica de papel de fumar en el Besós. La intensa faena y el ambiente nuevo provocaron una gran nostalgia por La Habana en el corazón de esta joven de 16 años. Solo leer y escribir podía aliviar estas emociones. Afortunadamente, el talento de Mistral para escribir le abrió otra puerta, empezó a publicar artículos o crítica de cine y, finalmente, consiguió un trabajo a tiempo parcial en Paramount, punto de partida de su carrea literaria. (Tuñón Pablos, 2018: 145-185)

Al principio del año 1939, la guerra civil llegó a la última fase. La derrota de Cataluña significaba el comienzo del éxodo y el exilio. Miles republicanos y sus familiares empezaron a salir de España por la frontera de los Pirineos, incluso Mistral y su marido. Durante este proceso, Mistral empezó a apuntar las experiencias por las que pasaba en su éxodo y las escenas que había visto a lo largo del viaje. Con esas anotaciones, escribió su primera novela testimonial, titulada Éxodo: Diario de una refugiada española. La novela se publicó en 1940, por la editorial Minerva de México, que había fundado por su pareja, Ricardo Mestre. Como una de las primeras obras testimoniales sobre el exilio republicano español y la vida en los campos de concentración, Éxodo tiene un valor relevante en el campo literario y también en el campo histórico. Como el poeta León Felipe mencionaba en el prólogo de la novela:

Esta literatura de la última parte de nuestra guerra y de la primera de nuestro éxodo nos mete miedo a todos, a mí también; y tengo que entrar en ella venciendo repugnancias y escalofríos como si hubiere de arrojarme a un río congelado. Sin embargo, hay que escribir esta historia y hay que leerla con valor y con frecuencia para que estén ahí siempre, ante nuestros ojos, nuestras miserias y nuestros pecados. (Felipe, 1940: 9)

La novela está escrita en forma de diario personal. La escritora jugaba el papel de una observadora y experimentadora de aquella historia. Sin embargo, tampoco es un diario tradicional e íntimo para la lectura individual del sujeto que lo redacta. Mistral ha añadido fragmentos de cartas, periódicos, documentos oficiales del gobierno, poemas e incluso unos diálogos y descripciones detalladas del ambiente y de las emociones… Debido a su forma de escribir particular, resulta difícil clasificar esta obra dentro de un género determinado. La investigadora Jennifer Cadman creía que esta obra se puede considerar como una hibridación genérica.

A través del estilo de la novela, vemos que el propósito de la autora es ampliar el público destinatario y hallar eco entre todos los lectores. Es decir, Mistral escribió un diario testimonial para el grupo que han tenido la misma experiencia y también para lectores que todavía no conocen esa historia dolorosa. El diario, como género literario, contiene unas características particulares. La primera es la libertad de expresar y la privacidad del contenido. El autor, como sujeto del texto, tiene la dominancia para decidir su forma de expresar, el estilo literario, el lenguaje y los argumentos que quiere añadir en el diario. Es un género tan abierto que el escritor puede expresar lo que quiera según su voluntad. La segunda característica del diario es el único límite de este género, que es el calendario. Sin embargo, en el caso de Éxodo, el uso del calendario justamente ha creado una reflexión directa e inmediata sobre el pasado. Esta característica permite reducir la distancia entre el presente y la historia, y evitar la falta de detalle que causan el tiempo y el olvido.

Además, escribir el diario es una catarsis de las emociones, y también es una de las mejores formas para aliviar el estrés y miedo. Por tanto, permite preservar las reacciones más reales e instantáneas de la autora. Las novelas testimoniales o autobiografías suelen escribirse años después de los acontecimientos narrados. La integridad de la narrativa y la historia completa exige una mirada más amplia. Se puede considerar como una resolución del pasado, una recuperación de la memoria o un repaso de una historia personal. Al mismo tiempo, inevitablemente, con el paso del tiempo, algunos recuerdos detallados o emociones delicadas se diluyen. En comparación con esta situación, un diario no tiene la función de reconstruir el pasado más o menos completo, sino que conserva una memoria inmediata, es más directo y urgente. Como indica Josebe Martínez, Éxodo es una “narración de urgencia” (Martínez, 2007: 177). Esa “urgencia” se refiere a la necesidad de comunicación con los lectores sobre una experiencia vivencial especial del narrador en su relato testimonial.

Sin embargo, la esencia de un diario íntimo no tiene la función de crear una comunicación con sus lectores, porque un diario normalmente no debería tener lectores, menos el autor. Para solucionar este problema, Mistral hizo varios esfuerzos para reducir la intimidad de su diario, intentar construir un puente entre ella y sus lectores y crear una conexión entre la memoria personal y colectiva. La autora ha ocultado bastantes datos personales para atenuar el subjetivismo del texto y ha intentado que no constaran los nombres de otros protagonistas. Todo esto tiene la función de ceder un espacio de imaginación para los lectores y dar a la historia personal un alcance colectivo. Además, Mistral cita cartas, avisos oficiales, artículos de los periódicos, noticias de la radio, poemas y fragmentos de textos literarios en el diario; ha usado muchos diálogos y descripciones emocionales… Todas estas estrategias fortalecieron el valor literal del texto, debilitaron la especificidad personal y coincidieron con la experiencia colectiva. Después de estos diseños, Éxodo ya no era un diario personal, sino que se convirtió en una obra literaria, o mejor dicho un diario literario testimonial.

Como una de las primeras obras testimoniales del exilio y de los campos de concentración, Éxodo de Silvia Mistral ha dado un buen ejemplo a otras narrativas testimoniales. La reformulación del diario tradicional y la mezcla de otros tipos de textos ha dado vida a la literatura testimonial y ha hecho posible atender a la coexistencia de varias necesidades, como indica José F. Colmeiro:

Una de las características más destacables de Éxodo es su naturaleza polivalente e híbrida, donde lo privado y lo público, lo personal y lo histórico, el presente y el pasado, lo literario y lo testimonial, aparentemente separados, se entrecruzan y se articulan indivisiblemente. (Colmeiro, 2009: 28)

 

Bibliografía:

Colmeiro, José F., “Análisis de Éxodo diario de una refugiada española”, Éxodo diario de una refugiada española, Icaria, Barcelona, 2009: 28. 

Felipe, León, “Prólogo”, Éxodo: diario de una refugiada española, Minerva, Ciudad de México, 1940: 9. 

Martínez, Josebe, Exiliadas escritoras, guerra civil y memoria, Montesinos, Barcelona, 2007: 177. 

Tuñón Pablos, Enriqueta, “Silvia Mistral: El apoyo de mi madre fue fundamental para mí”, Varias voces, una historia…, Conalculta, Ciudad de Mexico, 2018: 145-185.