El ladrón de la memoria. “Quédate más tiempo”, de David Viñas Piquer
El ladrón de la memoria. “Quédate más tiempo”, de David Viñas Piquer
David Viñas Piquer, Quédate más tiempo
Barcelona, Destino
216 páginas, 18,50 euros

Los recuerdos son un viaje en el tiempo que permiten revivir épocas pasadas. Nos acercan a las emociones ya sentidas y alivian el alma. Perder los recuerdos supone perder parte de la vida y David Viñas Piquer (Barcelona, 1968) lo sabe bien. Su primera novela cobra la forma de una compilación de pequeños fragmentos de recuerdos que rondan su cabeza. Varias narraciones simultáneas acercan al lector a la historia de su madre, que durante toda su vida les hizo saber a sus hijos su deseo de no acabar nunca en una residencia de mayores. Sin embargo, al diagnosticarla Alzheimer, no encontraron otra solución que se ajustara más a sus necesidades. El autor, profesor de literatura en la Universidad de Barcelona, ha realizado a lo largo de su trayectoria varias publicaciones tanto de libros como de artículos relacionados con su carrera profesional. Así, destacan títulos como Historia de la crítica literaria (2002) y El enigma best-seller (2009). Ahora, desde una primera persona, se puede acompañar en el pensamiento a David, el protagonista de esta historia, junto con su madre. Acercándose a la configuración de un diario, expone sus sentimientos y reflexiones en estas 216 páginas cargadas de una ficción que se siente muy real. A la historia de su madre y la suya propia se les suman otras vivencias dentro de la residencia, acercando al lector a un mundo desconocido para el afortunado que no ha vivido este drama de cerca.
En esta novela, como se ha destacado, se intercalan varias historias, todas ellas narradas en breves fragmentos distinguidos únicamente por un asterisco. No solo se muestra el deterioro y desvarío de su madre, sino el calvario de sus hijos para poder atenderla y darle los mejores cuidados. Aunque también hace conocedor al lector de las historias de otros residentes, convertidos casi en familia por el vínculo que nace de las horas compartidas. Entre todas las historias, la que más destaca y preocupa al narrador, aparte de la de su madre, es la suya propia. Una vez que le diagnostican a su madre esta enfermedad degenerativa, ronda por su cabeza la idea de que pueda ser hereditaria y le afecte a él. La novela muestra de manera muy natural, real y creíble los pequeños fallos de la memoria que el narrador siente como suyos. Por ello, además de presentar un drama personal, esta narración revela los síntomas de la enfermedad y sus consecuencias: la remembranza de lo más lejano, arraigado en lo más profundo del ser mientras lo más reciente cae en el olvido, o la incapacidad para sentir y padecer los estímulos que rodean al enfermo en cuestión.
En definitiva, solo se puede clasificar como un acierto la primera novela del autor, quien ha conseguido algo muy difícil: que la historia de un drama tan real que duele consiga atrapar al lector entre sus páginas, deseando saber si, por obra y milagro divinos, su madre logra volver a recordar a su hijo. Es un libro de lectura muy amena, tanto por su morfología, puesto que permite una lectura fragmentada sin perder el hilo de la narración, como por las connotaciones humorísticas que hacen llevadera, además de la lectura, la asimilación de la situación que vive su madre. Aunque en un principio pueda parecer duro, la lectura de este libro es necesaria para darse cuenta de que estas situaciones son más comunes de lo que parece. Además de un libro de entretenimiento por su carácter novelesco, supone una lección de vida de obligado conocimiento.