La frontera entre lo artificial y lo humano. “Klara y el sol”, de Kazuo Ishiguro

por Jun 7, 2021

La frontera entre lo artificial y lo humano. “Klara y el sol”, de Kazuo Ishiguro

por

 Kazuo Ishiguro, Klara and the sun

Traducción de Mauricio Bach

Barcelona, Anagrama

384 páginas, 20 euros

“Cuando Rosa y yo éramos nuevas, nos colocaron en la parte central de la tienda, en el lado de la mesa de las revistas, y eso nos permitía tener vistas a través de algo más de la mitad del escaparate”.

Así comienza Klara y el sol, la última novela del Premio Nobel de Literatura Kazuo Ishiguro (Nagasaki, 1954). Aunque nacido en Japón, toda la obra de este autor está escrita en lengua inglesa, pues Ishiguro se trasladó a los cinco años con su familia a Inglaterra, país en el que se crió y se formó. Estudió Filología Inglesa y Filosofía en la Universidad de Kent y posteriormente hizo un máster en Escritura Creativa en la Universidad de East Anglia. Desde entonces se ha dedicado a la escritura. Algunas de sus novelas más conocidas son Los restos del día (1989) y Nunca me abandones (2005).

El tiempo, la memoria, el amor, la soledad y lo distópico son temas centrales en su obra. Esto queda claramente plasmado en Klara y el sol, donde el lector se sumerge en un futuro en el que se navega entre lo humano y lo tecnológico y se cuestiona qué es lo que nos hace realmente humanos.

Quien narra la historia es Klara, una Amiga Artificial (AA): un robot con forma humana que se nutre de la luz solar para funcionar y que está programado para cuidar, proteger y acompañar a quien decida comprarla. Desde el escaparate de una tienda, contempla atentamente todo lo que ocurre fuera, en el exterior: el modo de caminar de los transeúntes, sus gestos, sus actitudes, sus interacciones con el resto de gente… A diferencia del resto de AA que conviven con ella en la tienda, Klara es extremadamente atenta y observadora y no deja de cuestionarse lo que significan las relaciones humanas que ella capta a través del cristal: ¿cómo es posible que dos personas se abracen con alegría, pero al mismo tiempo muestren una mueca de dolor?

Tras largas semanas de espera y de visitas de distintas familias, Klara acaba siendo escogida por Josie, una niña de 14 años que se la lleva a vivir con ella y su madre. En su nueva vida en el mundo exterior, y nunca sin olvidar el rol para el que está programada (dedicarse a tiempo completo a Josie, cuidándola, protegiéndola y acompañándola), Klara va aprendiendo poco a poco cómo funcionan las emociones humanas y cómo se construyen los vínculos entre las personas. Lo que desconoce es que deberá enfrentarse a situaciones y decisiones muy complicadas que ponen en riesgo su propio futuro y el de Josie.

Remitiéndonos al título, el sol funciona como hilo conductor de la novela. Klara, convencida de que la luz solar proporciona fuerza y salud a todo aquel que la recibe, idea un plan para dar a Josie una ayuda que ella no le puede dar. A través de las diversas muestras de fidelidad de Klara hacia Josie, así como de sus anhelos de hacerle la vida más fácil y menos solitaria, el lector acaba encontrando en Klara emociones y sentimientos que nunca creería encontrar en un ser creado artificialmente.

Si bien Klara y el sol es una novela que uno no deja de leer cuando la empieza debido a su fácil estilo narrativo y a una trama repleta de preguntas sin respuesta, no resulta tan innovadora como su otro libro de temática muy similar, Nunca me abandones (2005). En ambas obras, Ishiguro emplea un lenguaje sencillo, economizado y naíf, tratando de dar más importancia al contenido que a la forma. Mientras que en Nunca me abandones este estilo encaja perfectamente en la historia y no hace que el relato parezca en ningún momento pueril o simple, en Klara y el sol la narración sí resulta, en ocasiones, algo forzadamente infantil.

En cualquier caso, Klara y el sol es una interesante novela de recomendada lectura sobre todo para aquellos interesados en la Inteligencia Artificial, sus limitaciones y su capacidad de semejanza con lo humano. Hace cuestionarse al lector no solo lo que significa querer a los otros y lo que supone estar constantemente rememorando el pasado y tratando de revisarlo sino, sobre todo, lo que nos define como seres humanos.