La lealtad de la memoria. “No te veré morir”, de Antonio Muñoz Molina

por Oct 1, 2023

La lealtad de la memoria. “No te veré morir”, de Antonio Muñoz Molina

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Antonio Muñoz Molina, No te veré morir

Barcelona, Seix Barral

240 páginas, 19,90 euros

El elogiado escritor español Antonio Muñoz Molina (Úbeda, 1956), ganador de múltiples premios como el Premio Príncipe de Asturias, el Premio Planeta, el Premio Jerusalén y finalista del Premio Man Booker International con su novela Como la sombra que se va en 2018, regresa este 2023 con su decimosexta novela titulada No te veré morir, una novela con una prosa que se asemeja a las sintonías de Bach y de Pau Casals.

«Si estoy aquí y estoy viéndote y hablando contigo, esto ha de ser un sueño». Con esta frase comienza una poderosa novela sobre el amor y sus espejismos, la distancia, la traición, el abandono y las calamidades de la memoria.

Muñoz Molina nos cuenta la historia de Gabriel Aristu y Adriana Zuber, dos amantes que juntaron sus caminos en plena adolescencia, durante los tiempos grises de la España franquista, cuando la mujer podía ser legalmente repudiada por el esposo.

La primera de las cuatro partes de esta historia transcurre en un solo párrafo de 73 páginas; un párrafo poético que entrelaza de manera sutil y musical la historia de dos vidas que han quedado en el pasado añorado de su juventud y en la noche en la que sus caminos tomaron rumbo aparte, antes de que Aristu se trasladara a los Estados Unidos de América.

«El que se marcha olvida con mucha más facilidad que el que se ha quedado. Para el que se marcha desaparece el mundo en el que se anclaba la memoria»

Tras medio siglo, una vida construida al otro lado del océano atlántico y decenas de noches pinceladas con sueños que le relataban a Gabriel Aristu el amor que dejó ir, a causa de su devoción filial, los dos amantes se reencuentran, cuando la vejez ha hecho mella en Adriana y le ha cambiado y debilitado el cuerpo, a excepción de sus “claros ojos fijos que traspasaban el tiempo al igual que lo traspasaban a él”. En esta escena, la más esperada de la novela, Muñoz Molina nos muestra de la manera más realista posible el suplicio de quienes experimentan el abandono, nos enseña un debate entre los viejos amantes sobre las promesas rotas y el olvido y nos muestra, a lo largo del relato, la ambigüedad entre la plenitud que sentía Aristu al soñar con ella, la resignación de no tenerla cuando despertaba y la asunción del tiempo perdido.

«…o no estabas enamorado de quien yo era. Estabas enamorado de tu amor por mí». Esta es una de las premisas que logran llamar la atención del lector, que reflexiona como si fuese un personaje más de la novela, sobre la torpeza de un amor inexperto y sobre la valentía de hacerse cargo de los propios sentimientos y sus consecuencias, aspectos que se ponen en duda hasta el final de la novela.

La fragilidad de los sueños, la añoranza y la cruda realidad son esenciales en esta historia, en la que Muñoz Molina nos demuestra que la distancia, muchas veces, no es sinónimo de olvido. Sin duda, el célebre autor nos regala una novela que debería interiorizarse.