Me miraba
Me miraba
Me miraba fijamente a los ojos, como en una especie de trance. Ya sabía que aquello que buscaba estaba ahí, que solo tendría que insistir un poco más, que me haría flaquear.
Y lo hizo.
Vaya si lo hizo.
Pero era tarde.
Ya era tarde para nosotros.
Mientras miraba sus pupilas inundarse, mientras naufragaba por última vez, me pareció que nada tenía sentido; que todo debía ser más sencillo.
Me pareció que ese no era el final que merecíamos, pero no siempre tenemos lo que queremos. Yo lo tuve, pero dejé de quererlo.
O dejó de quererme a mí.
Todo se detuvo lentamente, entonces, aunque seguía frenéticamente a mi alrededor.
Me empeñé en seguir el ritmo; prefirió olvidar el compás.
Dejamos de ser música.
Y ya no hubo notas.
Solo silencio(s).
Oriana B. Baraisi
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