El regreso de Amaia Salazar. “La cara norte del corazón”, Dolores Redondo
El regreso de Amaia Salazar. “La cara norte del corazón”, Dolores Redondo
Dolores Redondo, La cara norte del corazón
Barcelona, Destino
688 páginas, 21,75 euros

El mes de octubre se estrenaba con la publicación La cara norte del corazón, de Dolores Redondo (San Sebastián, 1969), después de su último éxito en 2016: Todo esto te daré. En esta nueva novela, que ha resultado convertirse en la precuela de su Trilogía del Baztán, la autora desvela (en todos los sentidos) a los ansiosos lectores amantes de la novela negra y policíaca las raíces de la inspectora protagonista Amaia Salazar, en este libro subinspectora aún. La historia transcurre en Estados Unidos en agosto del 2005, cuando Amaia se encuentra en un curso de la Academia del FBI. Allí, les proponen a los asistentes un ejercicio práctico, basado en un caso real, en el que han de diseñar el perfil victimológico de un asesino que oculta sus crímenes entre el caos de desastres naturales. La singularidad con la que la subinspectora decide abordar el caso hace que el agente Dupree, que se encuentra al cargo de la investigación, la reclute para su equipo y de este modo Amaia se ve involucrada en esta de forma imprevista. La investigación la llevará a la ciudad de Nueva Orleans en medio del huracán Katrina. Al mismo tiempo, la protagonista no se libra de luchar contra sus miedos marcados por la terrible infancia sufrida.
A lo largo de las 688 páginas, Redondo mantiene la atención del lector a cada palabra. Además, se pueden destacar los frecuentes flashbacks a los que recurre con el fin de introducirnos en el mundo interior de la protagonista, fin que sin duda logra con éxito, ya que a pesar de estos no pierde en ningún momento el hilo de la historia. Por otro lado, cabe señalar que al contrario que en sus anteriores libros, en este podemos ver un ambiente y una trama “más de película, de televisión”, se podría decir, como de CSI o más bien Mentes criminales: Estados Unidos, panorama internacional, un gran caso, gran repercusión, el FBI… No obstante, sigue manteniendo la esencia que la caracteriza con alusiones a la cultura vasca, que no pierde de vista, y en los flashbacks ya mencionados recupera los paisajes y el entorno de Elizondo que tanto espera el lector, intercalando así la sencillez con la “grandeza” americana.
Asimismo, resultan muy interesantes todos los temas que consigue abarcar de una forma más o menos explícita a lo largo de la obra. Unos temas como la escala en la jerarquía laboral, la situación de la mujer como policía en un entorno esencialmente masculino, la devastación y la miseria, la lucha contra el miedo, el maltrato y la pasividad ante este…, los cuales primordialmente consiguen captar la atención por su actualidad. A estos se suma el fiel reflejo que hace de la sociedad. Además, tampoco olvida construir un libro que ante todo termina siendo un canto a la tormenta y la naturaleza: “Una vez me salvó una tormenta.” También es muy curioso cómo aborda la característica de “genialidad” de los personajes. Personajes que piensan como piensan, con una brillantez esclarecedora e innegable, por la forma en que la vida y una realidad muy cruda les ha hecho evolucionar. A su vez, se ha de recalcar que elementos como titulares de prensa o llamadas de emergencia que aparecen a lo largo de la trama están sacados de artículos y llamadas reales que se registraron en el entorno espacio-temporal en el que se encuadra la narración: el huracán Katrina de Nueva Orleans, en 2005. Esto tiñe la obra de un realismo sobrecogedor.
Por último, solo se puede señalar que una vez más Redondo nos sorprende con su trabajo, dejándonos esa intriga que nos mantiene expectantes y prestándonos un poquito de su esencia en cada página. Para terminar, una cita de su libro que refleja una realidad tan palpable que estremece: “Admitir que otro humano había hecho aquello era asumir la parte más perturbadora de la naturaleza humana y, en consecuencia, de la propia naturaleza”.