No te quejes de tu familia. “The Umbrella Academy”
No te quejes de tu familia. “The Umbrella Academy”
The Umbrella Academy
Dirección: Steve Blackman
Duración: 50 minutos aproximadamente c/u
N.º de capítulos: 10

En la industria cinematográfica, parece haberse desatado una loca carrera por hacerse con los derechos de cómics y novelas gráfica. La de los superhéroes es, sin lugar a dudas, la rama más fructífera en cuanto a adaptaciones se refiere, con Marvel y DC a la cabeza. Y aunque parezca que los dos gigantes hayan monopolizado este universo, alternativamente, cada vez es más frecuente alejarse del mainstream superheroico y rebuscar entre las tantas opciones menos convencionales que presenta la industria. Esta vez es el turno de The Umbrella Academy, basada en el cómic homónimo de Gerard Way. En la adaptación de Netflix, un grupo de hermanos con poderes sobrenaturales deberán unirse para enfrentarse al apocalipsis.
A primera vista, y sin mas detalles, la premisa inicial está bastante saturada, pues son innumerables las adaptaciones idénticas que han ido apareciendo en los últimos años —Marvel: Los Vengadores (2012), X-Men: Apocalipsis (2016), Escuadrón suicida (2016) o La liga de la Justicia (2017)—. No se necesitarán muchos minutos de visionado para acabar con los prejuicios iniciales y darse cuenta de que la nueva producción de Netflix dista de ser la típica historia de superhéroes. El origen es de lo más rocambolesco: en el año 1989, cuarenta y tres niños, repartidos por todo el mundo, nacieron de mujeres que el día anterior no estaban embarazadas. Reginald Hargreeves, un excéntrico millonario, decide adoptar a siete de ellos con el fin de formar un “superequipo” —la Umbrella Academy— que se encargase de velar por la paz mundial. Sin embargo, parece que las personas están por encima de los personajes —sin la dramática superficialidad tan característica de Marvel y DC a la hora de tratar estos temas—, y las diferencias entre los siete protagonistas aumentarán en su adolescencia; lo que, si le sumas la desaparición de Cinco en un viaje espaciotemporal y la trágica muerte de Seis, termina desembocando en la fractura y posterior disolución de la unidad familiar. El anuncio de la muerte de su padre los volverá a unir, y Cinco regresará tras décadas en el futuro para advertirles de que el apocalipsis se acerca y solo ellos, unidos, pueden evitarlo. Pero antes de salvar el mundo deberán hacer frente a su primer obstáculo: sus relaciones personales.
La disfuncionalidad de sus protagonistas y la inestable relación que los une es el mayor aliciente que presenta The Umbrella Academy. Cada uno de ellos se presenta como un dibujo muy individualizado. Son personajes marcados por conflictos personales que configuran personalidades atractivas para el espectador, alejadas de los maniqueísmos tradicionales de los superhéroes y con trastornos más cotidianos que los acercan a la marginalidad. No son héroes al uso, sino juguetes rotos por los designios de la excentricidad de un millonario. Por este motivo, no es de extrañar que, a pesar de que han vuelto a unirse para evitar el fin del mundo, sean los caprichos individuales los que gobiernen sobre el porvenir del grupo. Los enfrentamientos entre ellos son constantes y dificultan el progreso de una misión que en ocasiones se presenta ante el espectador como un fracaso insalvable. No se entienden, se oponen en la toma de decisiones y abandonan a un segundo plano la misión principal. De esta forma, el espectador se encuentra con un baile de pactos y alianzas que varían a cada instante. Aunque la aportación de cada personaje es contundente, también es cierto que unos destacan sobre los otros. La presencia de dos personajes tan carismáticos como Cinco y Klaus —Cuatro— ensombrece al resto del elenco. Un hombre de 58 años en el cuerpo de un adolescente y un drogadicto que puede comunicarse con los muertos tienen los focos asegurados.
La construcción de la trama quizá sea uno de los puntos débiles en The Umbrella Academy. Para la adaptación, se han unido los cómics de Suite apocalíptica y de Dallas, tomando como eje principal el primero. La trama principal se centra en el regreso de Cinco y su aviso del apocalipsis inminente, que obligara a los hermanos a unirse ante un enemigo que desconocen. En el desarrollo tendrá importancia fundamental la evolución de Vanya —Siete—, la única de los hermanos sin habilidades especiales. Apartada por su padre del equipo cuando era una niña, muestra evidentes diferencias con sus hermanos. Sin embargo, a pesar de que la línea de acción principal es sólida e interesante, en ocasiones, en los primeros capítulos, se ralentiza demasiado con las constantes —pero necesarias— incursiones en el personaje de Vanya. Alternativamente, surge una línea secundaria procedente de Dallas, con la persecución de Cinco por parte de Hazel y Cha Cha, una pareja de asesinos que viajan en el tiempo, y cuyas intervenciones aportan el dinamismo que en ocasiones le falta a la serie. Además, el desenlace no dejará indiferente a nadie.
La originalidad y la profundidad de los personajes son los baluartes de una de las grandes apuestas de Netflix. Cabrá esperar que en la más que segura segunda temporada de The Umbrella Academy se terminen de desarrollar los acontecimientos y se consolide como su potencial augura. Son pocos los flecos que director y producción deberán trabajar, pero es una historia que merece una adaptación a la altura del cómic.
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