Javier Ignacio Alarcón

La última copa

El sabor de los labios de Silvia, una mezcla de vino y tabaco, lo habían dejado con media erección en el pantalón y unas ganas locas de seguir. La despedida se había extendido: el primer beso devino en otro, siguieron las manos y los dedos. Si las cosas no escalaron fue porque, a pesar de la soledad que propiciaba el frío del invierno madrileño, algo de pudor sobrevivía incluso a esa hora de la madrugada.

Leer más

El mundo construido desde el cine. “Todo lo que aprendimos de las películas”, de María José Navia

María José Navia, en Todo lo que aprendimos de las películas, pone el centro de atención en el cine. El llamado séptimo arte, que se ha vuelto uno de los discursos predominantes del siglo XXI (y buena parte del XX), es un referente para cualquiera: ya sea que lo tengamos como elemento determinante de la identidad o como un simple marco cultural, que vincula a un momento y a quienes lo compartieron, vivimos en universo cinematográfico, pensamos el mundo con y, en la mayoría de los casos, a través del cine.

Leer más

Hay que ser auténtico. “The Whale”, de Darren Aronofski

La historia se centra en Charlie, un hombre obeso que se encuentra al borde de la muerte, su cuerpo está a punto de colapsar. La crisis, y la proximidad del final de su vida, lo llevan a reconectar con su hija Ellie, a quien no ha visto en años, después de que él se separara de su esposa para iniciar una nueva vida con uno de sus estudiantes.

Leer más

La cancelación como crítica literaria. “La cancelación y sus enemigos”, de Gonzalo Torné

La cancelación y sus enemigos busca demostrar que, antes que una indignación moral (excesiva para algunos), la cancelación es una forma legítima de crítica literaria y artística. Varios argumentos sostienen esta idea. El central apunta al vínculo ineludible entre “contenido” y “forma”. Ya Yuri Lotman había señalado el carácter falaz de la disociación, todavía tan común, entre ambos elementos.

Leer más

El lugar de esta escritora: Victoria de Stefano

Al principio, leer a Victoria de Stefano me sirvió para subrayar esa distinción entre gusto y calidad. Puede sonar esnobista, se necesita de la experiencia concreta para reconocerlo: a veces nos topamos con obras que no son de nuestro agrado y que, aun así, reconocemos como buenas. Es una paradoja interesante, un vicio para quienes disfrutamos de la literatura.

Leer más